E D I T O R I A L
El Educando
En el actuar educativo, el protagonista es el educando, el cual tiene derecho absoluto a recibir instrucción. Luego entonces, es destinatario también, sin caer nada más en ser receptor de mensajes procedentes del exterior, sino ayudarle a responder ante sí mismo y ante los demás con su misma libertad y responsabilidad intransferible.
Esta educación no termina nunca, sino que es a lo largo de su vida con tendencia a la apertura indefinida y al perfeccionamiento desde los ámbitos biológicos, psicológicos, sociales, científicos, jurídicos y antropológicos. Los cuales han de ser un camino más que un obstáculo reduccionista e idealización. Siempre en defensa de su autenticidad humana diferenciada. Por lo tanto, la individualidad del educando siempre ha de ser el punto de inicio para ayudar a la formación de su personalidad, su formación humana y explotar sus posibilidades.
Universidad Pontificia de México: una respuesta a las necesidades de la sociedad
POR JOSÉ PÉREZ SEBASTIÁN
Terminada ya la guerra de conquista e iniciada la fusión entre dos culturas, surgen en México una serie de problemáticas cuya atención debía ser inmediata. El principal conflicto de la sociedad mexicana brota tras el choque ideológico que se tenía, por un lado, a causa de las antiguas tradiciones y, por el otro, por la mentalidad de los conquistadores.
Ante aquella situación, una de las primeras preocupaciones fue el crear centros educativos, motivo por el cual las autoridades a cargo solicitaron a la Santa Sede la fundación de una universidad, de tal forma que en el año de 1551 el príncipe Felipe expide el documento por el cual se funda la Real y Pontificia Universidad de México. Cabe señalar que parte importante de este logro, son también las gestiones realizadas por grandes personalidades como el Arzobispo Fray Juan de Zumárraga y el Virrey Antonio de Mendoza, de tal manera que el 25 de enero de 1553 la universidad pudo abrir sus puertas para iniciar sus labores educativas.
Se puede decir que desde 1551, en su constitución real, la Universidad de México ya gozaba de los mismos privilegios, franquicias y libertades de los que gozaba la Universidad de Salamanca en España; sin embargo, estos fueron confirmados hasta el 7 de octubre de 1595 mediante la bula dada en Frascati por el Papa Clemente VIII: “Ex supernae dispositiunis arbitrio”.
Como objetivo primordial de esta institución, se encontraba el que los naturales y los hijos de los españoles fuesen instruidos en las cosas de la santa fe católica y en las demás facultades, mismo que iría concretándose y ampliándose de acuerdo a las diversas necesidades, con el paso de tiempo pudieron irse suscitando.
Otro aspecto digno de resaltar, es que la Universidad Pontificia de México está constituida por tres Facultades Eclesiásticas, una Facultad Civil, y algunos institutos y comisiones, que fueron creados por la misma universidad para instrumentar el cumplimiento de los fines propios de dicha institución.
Por lo tanto, esta universidad comprende tanto el estatuto canónico como el civil, de tal manera que todo ello le permite alcanzar una mayor facilidad en la integración de las ciencias sagradas con las ciencias humanas. Desde luego, siendo fiel al mensaje cristiano de la mima forma en que lo hace la Iglesia Católica.
La educación, camino al desarrollo
POR MARCOS ALEJANDRO RAMÍREZ
Si comparáramos a México con los países más desarrollados a él, surge una pregunta: ¿por qué nuestro país no es igual o mejor a ellos? Con base a esta interrogante podemos decir que son varios los cimientos necesarios para lograr el desarrollo de un país moderno, pero podemos destacar de manera fundamental a la “Educación”. La cual lucha contra la alienación: busca que los alumnos, según el grado de estudios, sean conscientes de analizar y reconocer los aspectos emocionales y epistemológicos que conlleva el dinamismo intelectual. Y así, con conocimientos aprendidos durante todos los años de estudio, se lleven a la práctica y se contribuya en el desarrollo del país, obteniendo beneficios intelectuales, económicos y sociales. Conforme a lo anterior se les preguntó a cien universitarios: ¿Por qué eligieron su carrera? ¿Cómo evalúan su desempeño académico? ¿El sistema educativo que tenemos en México aporta buenos profesionistas, de acuerdo a las exigencias de competitividad actual? El resultado fue el siguiente:
El agente central de la educación es el mismo educando. Él juega un papel muy importante porque ayudará en la búsqueda de nuevos conocimientos y así aportará en el desarrollo de la humanidad y del país.
ESTO YO NO LO SABÍA…
Filantropía
POR S. A. AVENAÑO
La historia nos ha hecho creer que aquellos que tienen mucho son los más tacaños, pero la caridad no está peleada con la riqueza. Gabriel Mancera (Pachuca, 6 de mayo de 1839) fue un hombre que llegó a ser de los más ricos del país, y un gran «filántropo mexicano», además de ser una persona recatada y docta, también ejerció como político, diputado y empresario.
Por su gran fortuna, obtenida de la minería, hizo grandes donaciones a instituciones de apoyo social; llegó a donar una estación de ferrocarril, entre otras acciones admirables. Fue uno de los primeros en recibir el título de «Doctor Honoris Causa» otorgado por la UNAM.
Sea mucho o poco, la pregunta obligada es ¿qué estoy haciendo, dando, por mi país? Tal vez sea momento seguir haciendo vigente la filantropía y la solidaridad, dentro de las posibilidades de cada cual.
… PERO AHORA YA LO SÉ.
ANIMA VERBI:
Anima verbi
POR JUAN PABLO ROJAS TEXON
La “bienaventuranza” (en latín, bonaventura; de bona, ‘buena’, y ventura, ‘suerte’, ‘fortuna’) es un don gratuito de Dios, una “buena fortuna” que da a los limpios de corazón para que le conozcan, le sirvan y le amen con el fin de guiarlos a la vida eterna (CIC 1721). Este regalo invita a purificar el cuerpo de sus vicios y buscar al Señor por sobre todas las cosas (CIC 1723) hasta hallar en Él un gozo inagotable. Por eso, el hombre bienaventurado (Mt 5 3-11) sabe que no hay poder, riqueza ni gloria humana que estén más allá del Padre, fuente de todo bien y de todo amor (CIC 1723).
FRASE DE LA SEMANA:
“Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber” Albert Einstein.