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La educación, un área de todos

E D I T O R I A L

La educación una tarea de todos

Al margen de una nueva reforma educativa en nuestro país, vale la pena preguntarnos ¿a quién le corresponde el tema de la educación? ¿a los maestros? ¿al gobierno? ¿a los padres? ¿a todos? Tratar de resolver los retos que enfrenta la educación en México es sin duda una tarea que nos compete a todos. Uno de ellos es la inclusión de ideologías de género dentro de los libros textos básicos. Privilegiar ciertas ideologías, es ver la educación como mero instrumento que favorece el pensamiento singular de algunas personas, sin embargo, la educación es algo más. La misma etimología de la palabra nos puede dar luz al respecto, educare “guiar o conducir” en el conocimiento, para que saque lo mejor de sí. Este conocimiento no es otro que el conocimiento de la verdad, una verdad que nos muestra cómo debemos de ser. Incluso, el adjetivo, educado, aquel que sabe comportarse con decoro y respeto, muestra algo propio del ser humano. De esta forma, siendo la educación propia del ser humano, debe de apostar por lo valores supremos, los cuales nos ayuden a garantizar un mundo más justo y mejor para todos.


Gloria o fracaso

FRANCISCO ONTIVEROS GUTIÉRREZ

En la contundencia y vertiginosidad de su pensamiento, Fernando Savater sugiere: “¿puede educar bien alguien que ha sido mal educado?” Nada simple la cuestión. Todas las respuestas posibles son formalmente válidas. Correctas. No estamos frente a una disyunción sino ante un silogismo paradójico.


Ser maestro no es fácil. Es quizá, una de las más sublimes vocaciones y más nobles expresiones de la grandeza del ser humano. Ser maestro es un desafío que resulta muy elevado para los menos avezados. Aun cuando en la práctica muchos se precien del título que ostentan, son muy pocos los que hacen suyas las exigencias de esta sublime vocación. Para muchos portar esta distinción es una cobardía.


Un maestro es un humano demasiado humano. Una persona que pone especial atención en su crecimiento integral. Uno que no se preocupa solamente del desarrollo de sus dotes intelectuales, sino que busca un equilibrio entre su humanidad, con sus afectos, sus anhelos, sus sueños y cansancios. Con toda la complejidad que las áreas propias de su humanidad incluyen. Con su fragilidad y poderío. Es una persona madura, integrada, que se ofrece desde la seria espontaneidad de su ser. No es un niño berrinchudo que corre a merced de sus pasiones.


Es contra-estructural, un verdadero maestro no es acomodaticio. Es curioso, inquieto, deseoso de saber más y mejor. De expresarse siempre de formas nuevas y auténticas. Busca conocer; se impacienta por comprender. Buscador de respuestas sin descanso. Es agudo, profundo, atento... Abre nuevos horizontes y, en la medida en que más le son reveladas las cosas, en igual dimensión se les esconden otras tantas. Un maestro es infatigable.


El maestro sabe –como Kant– que los hombres no son más que lo que la educación hace de ellos. Por eso, el precio que ha de pagar la educación es muy grande. Es bendición o condena, gloria o fracaso. Vicio o virtud. Y, si es cierto que siempre se está educando, es preciso, entonces, estar a la altura de tan sublime misterio. Para no fracasar en la vocación de la propia vida.


Nunca más “espejillos por las joyas”. Estos tiempos líquidos exigen maestros sólidos, verdaderos educadores, compañeros de camino. Amigos del aprendizaje. No duros capataces, sino apasionados de verdad, que busquen incansablemente ayudar a ser y estar. A mirar y escuchar. A sentir y pensar. No hay más: o se es maestro y se contribuye en favor de la sociedad, o simplemente no se es tal y lejos de construir, destruye.


El camino de la educación personalizante

PEDRO JOSUÉ HERNÁNDEZ MASA


El tema de la educación es un tema de interés nacional que debe preocupar en general a población si sus objetivos o metas están el alcanzar su desarrollo como comunidad por medio de la paz y el bien común.


La educación en sentido pesimista puede quedarse meramente como algo rutinario e incluso inservible, el optimismo es una de las mejores herramientas para llevar a buen término y con sentido la educación; los pesimistas pueden ser buenos domadores, pero no buenos maestros.


La educación, cuando es verdaderamente educación, no se contenta con ser mera transmisión de contenidos o conceptos, sino que es un proceso por el cual los seres humanos se van autoconstruyendo en comunicación con otros seres humanos.


Este proceso es el camino por el cual el hombre va encontrando su propia manera de convertirse en la persona que auténticamente quiere llegar a ser. La educación debe facilitar intencionada y sistemáticamente, el proceso en el cual siendo humanos nos vamos haciendo humanos.


La educación personalizante hace referencia a la educación de la persona como un ser en relación, porque la construcción de la propia persona se da, afirma Lonergan, en presencia y en rejuego dialectico con los otros que están viviendo su propio drama de autoconstrucción personal y como parte corresponsable construcción de un drama mayor: el de la progresiva humanización de la humanidad a lo largo de la historia.


El bien común impulsa el desarrollo de una comunidad, es por eso que debe ser eje central de la educación personalista pues todo proyecto humano debe dirigirse al bien común, pues el bien particular está incluido en el bien común; como consecuencia, si el agente obra buscando siempre el bien común, entonces encontrará su propio bienestar.


Apenas vuelva la luz del día, es necesario que los niños vallan a la escuela. Pues ni las ovejas ni otra clase alguna de ganado pueden vivir sin pastor, tampoco es posible que lo hagan los niños sin pedagogo ni los esclavos sin dueño. Pero entre todos los animales, el más fácil de manejar es el niño. Debido a la misma excelencia de esta fuente de razón que hay en él, y que está todavía por disciplinar, resulta ser bestia áspera, astuta y la más insolente de todas…Platón.


ANIMA VERBI:

Anima verbi

JUAN PABLO ROJAS TEXON


El concepto teológico “gloria” (en latín, gloria, ‘fama’, ‘renombre’; sustitutivo del griego dóxa, ‘reputación’; y éste, a su vez, lo es del hebreo, kābod, ‘pesado’, ‘grave’, ‘respetable’) era empleado por los judíos para designar aquello que tiene “peso y, por ende, importancia”. Puede hacer referencia al prestigio de lo material (Is 35, 2; 1 S 4, 22) o de alguna persona (1 R 3, 13; Sal 8, 6; Pr 25, 2), pero sobre todo alude al poder y a la grandeza de Dios (Ex 14, 4; Ez 9, 3), manifiesta fundamentalmente en la persona de Jesús (Mt 16, 27; LC 9, 32; Jn 2, 11). Por eso, la gloria del Señor, que colma el cielo, la tierra y el mar (Nm 14, 21; Sal 19, 2), también es signo de la vida bienaventurada que esperan ansiosos sus hijos (Dn 12, 3; Rm 5, 2; 2 Co 3, 18).



ESTO YO NO LO SABÍA…

El día del maestro

JORGE FLORES SANCHEZ


La celebración del Día del Maestro data de la fecha de 1918, año en que se llevó a cabo la primera conmemoración hacia los profesores mexicanos. El decreto fue firmado por el entonces presidente de México Venustiano Carranza, el cual contenía la propuesta de instituir un día en homenaje a todos los docentes. La fecha que se eligió para tal conmemoración fue el 15 de mayo. Algunos dicen que esta fecha se eligió en razón de la conmemoración de la toma de Querétaro por el general Mariano Escobedo en 1867, durante la rendición de Mariano de Habsburgo. Otros optan por la cuestión religiosa, esto debido a que el Papa Pio XII nombro a San Juan bautista de la Salle, sacerdote y pedagogo, como patrono especial de todos los educadores de la infancia y la juventud y patrono universal de los educadores, un 15 de mayo de 1244.

… PERO AHORA YA LO SÉ.


FRASE DE LA SEMANA: «Aquellos que educan bien a los niños merecen recibir más honores que sus propios padres, porque aquellos sólo les dieron vida, éstos el arte de vivir bien». Aristóteles

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