"Lo poco que tenemos, si lo compartimos con amor, no se acaba nunca"
Desde 1864, con el decreto de erección del primer obispo de Veracruz, Mons. Francisco Suárez Peredo, se anunciaba a toda la Iglesia de Veracruz la fundación del Seminario de Xalapa: Un lugar para que los jóvenes llamados por el Señor, se formen como pastores del pueblo de Dios.
Así comenzó y no ha parado la trayectoria de nuestra casa de formación sacerdotal durante 169 años. Ahora lleva el nombre del quinto obispo de Veracruz, san Rafael Guízar Valencia, quien siempre mostró un amor especial por “la niña de sus ojos”, el Seminario de Xalapa.
Actualmente, el Seminario está conformado por la Pastoral Vocacional, que se encarga de cuidar el nacimiento, el discernimiento, y el acompañamiento de las vocaciones, en especial de las vocaciones al sacerdocio. De Seminaristas en Familia, que ofrece una formación integral y cercana en alumnos de secundaria y preparatoria antes de su ingreso al Seminario Menor.
El Seminario Menor, que proporciona a los adolescentes y jóvenes que presentan indicios de vocación al sacerdocio, los elementos humanos, intelectuales, cristianos y pastorales que favorezcan su opción vocacional mientras realizan sus estudios de bachillerato.
El Seminario Mayor, que tiene tres etapas. La etapa Propedéutica, con una duración de un año, en donde se da una preparación de carácter introductorio, con el objetivo de discernir la conveniencia de continuar con la formación sacerdotal o emprender un camino de vida diverso.
La siguiente etapa es la Discipular. Este momento formativo de tres años, prepara a la etapa de los estudios teológicos a través de la Filosofía, orienta a la opción definitiva por la vida presbiteral, y permite, con la apertura al Espíritu Santo, un trabajo sistemático sobre la personalidad de los seminaristas, procurando su formación humana para educar a la persona en la verdad del propio ser, en el uso de la libertad y en el dominio de sí y al don sincero de sí que permite una generosa entrega a los demás.
Por último, la etapa Configuradora. Es la etapa de los estudios teológicos de cuatro años, que se ordena de modo específico a la formación espiritual propia del presbítero, donde la conformación progresiva con Cristo hace emerger en la vida del discípulo los sentimientos y las actitudes propias del Hijo de Dios, y a la vez lo introduce en el aprendizaje de una vida presbiteral, animada por el deseo y sostenida por la capacidad de ofrecerse a sí mismo en el cuidado pastoral del Pueblo de Dios, a ejemplo de Cristo, el Buen Pastor, que conoce a sus ovejas, entrega la vida por ellas y va en busca de las que están fuera del redil.
Durante estos años de preparación que son necesarios para estar con Jesús, el Maestro, a través de los sacerdotes formadores, los jóvenes van aceptando la voluntad de Dios en sus vidas y discerniendo con ayuda psicológica, espiritual, humana, pastoral y académica, su entrega y servicio a la Iglesia de Dios.
En este proceso de alimentación espiritual y física, la generosidad de la Iglesia de Xalapa se ha manifestado a través del apoyo económico, en especie, con despensas, ropa, útiles de aseo, y con los medios que Dios pone en su corazón. Actualmente ya se ha instituido la Colecta Anual Pro Seminario como una acción para recordar a todas las personas que esta casa se sostiene con la caridad y el deseo de que haya buenos y santos sacerdotes.
Es por esto que los invitamos a participar con alegría y generosidad este 14 de mayo de 2023 en la Colecta Anual para el Seminario: La casa donde se forman los futuros sacerdotes se sostiene con tu caridad.
Bienhechores, amigos, grupos, movimientos, personas de buen corazón y parroquias de nuestra amada Iglesia, juntos hacemos que esta obra siga adelante. Dios sigue llamando a los jóvenes a trabajar en su viña y los jóvenes siguen poniendo la vida para anunciar el Evangelio. Con tu ayuda, oración y colaboración, tendremos buenos y santos sacerdotes.
Lo poco que tenemos, si lo compartimos con amor, no se acaba nunca. Acércate a tu parroquia para participar. Que Dios nos conceda un corazón generoso.
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