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Hedonismo

E D I T O R I A L

Una respuesta al hedonismo

Hacer el bien, buscar la sabiduría, entre otros ideales, ni siquiera se toman en cuenta y ni se buscan, parecen obsoletos para el rumbo de la vida; no es un problema actual, su solución tampoco parece pronta o fácil. La decadencia del hedonismo, que confunde el placer con el bien, puede verse reflejada ahora en el materialismo, el consumismo, las aberraciones sexuales, o cualquier otra realidad que impida la plenitud humana; en el Imperio Romano, como respuesta a este modo de vivir, surgió el estoicismo como una reacción que modeló grandes caracteres.

Un estoico considera el bien supremo como la serenidad del ánimo, de lo que se deriva soportar y abstenerse; nunca un estoico se queja de su situación o deja sus sentimientos superar su razón. Aunque busca la imperturbabilidad, incluso cayendo a indiferencia, o la insensibilidad, el estoicismo es noble y elevado como postura ética, pues apela al buen uso de la razón, pero algo incompleta al mutilar los sentimientos y las pasiones, que pueden ser rectamente ordenados. Sin embargo, es una respuesta al corrompido hedonismo actual, sólo se debe considerar que la perfección del bien moral consiste en que el hombre no sea movido al bien sólo por su voluntad, sino también por su corazón.


Vive según la naturaleza

MARCOS ALEJANDRO RAMÍREZ R.

El hombre en su naturaleza posee racionalidad, capacidad que le permite vivir rectamente y, gracias a ello, alcanza la felicidad. Los estoicos consideran que las pasiones perturban a la razón del hombre, por eso éste debe dominarlas: el dinero, los placeres excesivos, los honores sociales… son aparentes bienes que deben resultarle indiferentes. Al estoico le corresponde buscar la virtud de la sabiduría para no caer en los sufrimientos físicos y morales, debe resistir y abstenerse. Sólo así se alcanza la felicidad en el mundo. Este valor para los estoicos es considerado como el objetivo último de la persona.

En el vivir de la persona hay acontecimientos que obstaculizan el fin último de la persona: la felicidad. El estoicismo retoma las dificultades y males de la vida para aceptarlas y superarlas. Así pues, funciona como filosofía terapéutica. El estoico no permite que los problemas sobrelleven su vida y menos deja que sus sentimientos superen su razón. El hombre puede llegar a la felicidad, cualesquiera que sean las circunstancias de su vida: si es esclavo, de clase obrera o acomodada, el estoico es amo de su perfil, es decir, de su visión de las cosas; observa las cosas como son y está consciente de la circunstancia en la que se desenvuelve, se dedica a rechazar las pasiones por la razón.

El ejercicio mental estoico consiste en pensar en los peores males que pudieran suceder en la vida, y así establecer algunos lineamientos que ayuden a superarlo: ¿qué hacer?, ¿cómo comportarse?, ¿de qué manera evitar dejarse vencer por ese mal y ese desastre? No se debe considerar al estoico como un resignado, pues el resignado se queda vencido sin levantar la cabeza; más bien, el estoico tiene la fuerza para luchar ante las situaciones difíciles, siempre y cuando lo pueda hacer. Y aun en los momentos de mayor sufrimiento el estoico nunca abandona la compañía de la razón, por eso para él la vida feliz se alcanza necesariamente a través de la sabiduría.



¡Soporta y abstente!

MARTÍN SUAZO MORALES

«Vive según la naturaleza». Pero, por ser la naturaleza del hombre racional, el postulado se resuelve en: «Vive racionalmente» (Zenón de Citio).

En la sociedad parece reinar un pensamiento utilitarista, dicho de otro modo, una cultura del desecho; el hombre sólo se interesa por aquello que le es útil. Síntoma del utilitarismo es también la búsqueda del placer por el placer, una mera autosatisfacción. El hombre que se halle preso en este pensamiento, justificará su conducta apelando a los apetitos sensibles, vivirá sólo su nivel puramente pasional. Esta vida materializada lleva a olvidar la esencia humana: su racionalidad, la tendencia hacia el bien, la búsqueda de la felicidad y de la transcendencia.

La vivencia de la esencia te conduce a la felicidad; la vivencia en el utilitarismo a la pseudofelicidad. Ésta sólo le proporciona a la persona un placer momentáneo, la limita a vivir bajo el instinto del nivel sensitivo, la hacer semejante a las bestias, pues ellas sólo conocen lo que les es útil y sólo esto buscan. Es por esto que el estoicismo propone dominar las pasiones, éstas distraen el alma.

Los estoicos invitan a ejercitar el alma a través de la virtud, puesto que el hombre goza tres facultades: inteligencia, voluntad y libertad. Éstas le permiten controlar sus pasiones, por lo que debe llevar un estilo de vida que le ayude a hacerlo. En el estoicismo se debe llevar una vida virtuosa practicando la carencia de bienes materiales: mientras menos se necesite de lo material el espíritu encuentra felicidad.

Un ejemplo claro de la práctica del estoicismo en la actualidad es la «cuaresma», propuesta por el cristianismo. En ella se invita a frenar las pasiones, a través del ayuno, la limosna y la oración. Mediante el ayuno la persona es capaz de trascender sus tendencias de naturaleza sensible; la limosna invita a desprenderse de los bienes materiales, haciendo que necesite menos de ellos y pueda hacer un bien a su prójimo (cooperación estoica); y la oración es el ejercicio del alma espiritual que le da apertura con el absoluto (Dios) y se fortalece para poder sostener la existencia humana dándole felicidad al individuo. La cuaresma invita al dominio del cuerpo para fortalecer el espíritu, no porque lo desprecie, sino para equilibrar y reconciliar su naturaleza; «el hombre, un espíritu encarnado» encontrando felicidad en ese equilibrio y encontrando intencionalidad a su existencia.



ESTO YO NO LO SABÍA…

Annio Vero: Marco Aurelio

JUAN CARLOS CARRERA GARCÍA

Annio Vero nació en Roma en el año 121 d. C., durante el reinado de Adriano, en el seno de una familia noble originaria de Bética. A la muerte del Emperador Adriano le sucedió Aurelius Antoninus, cuya esposa Faustina era tía de Annio Vero; dado que la pareja imperial no tenía hijos, adoptó en el año 138 d. C. a su sobrino y le cambió el nombre a Marco Aurelio Antonino, nombrándolo su sucesor. Además de haberse sentado en el trono imperial (161-180 d. C.), es considerado un auténtico filósofo.

El pensamiento de Marco Aurelio, además de la influencia de Platón y Aristóteles, también fue influido por el estoicismo, doctrina nacida en Grecia en el siglo IV a.C. Él considera la religión desde una visión filosófica. Es decir, desarrolla el concepto de Divina Providencia, el orden del universo y la relación cercana entre el hombre y Dios. La influencia estoica se nota en su política y ética: el respeto de la dignidad humana y la idea del hombre como ciudadano del mundo.

… PERO AHORA YA LO SÉ.

Pie de Foto:

Además de haberse sentado en el trono imperial (161-180 d. C.), es considerado un auténtico filósofo.




Anima verbi

JUAN PABLO ROJAS TEXON


Uno de los personajes bíblicos más conocidos es “Barrabás” (en arameo, bar-’abâ; de bar, ‘hijo’, y ’abâ, ‘padre’), a saber, el “Hijo del Padre”. Los evangelistas lo refieren como un bandido famoso encarcelado por asesinato (Mt 27, 16; Mc 15, 7; Lc 23, 19; Jn 18, 40) y condenado a muerte, lo que ha dado pauta al supuesto de que era líder de una banda anti-romana. Su relevancia actual está íntimamente vinculada con el proceso de Jesús, ya que cada fiesta de Pascua la ley concedía la libertad del recluso que el pueblo demandara, y cuando Pilato presentó al hombre que se autoproclamaba rey de los judíos, en contraste con el otro que gozaba una mayor popularidad entre ellos por su causa, el pueblo eligió al segundo. Por eso, se ha llegado a ver en la figura de Barrabás la redención de la humanidad por la que Cristo padeció en la cruz.


FRASE DE LA SEMANA: «Si no es correcto, no lo hagas. Si no es verdad, no lo digas» Marco Aurelio.

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